Y por fin llegó la hora. Dicen que nada hay verdaderamente bueno si no conlleva esfuerzo. Doy fe que las ultimas semanas – meses han sido toda una maratón llena obstáculos (y aun nos queda el sprint final), pero cuando se empieza a ver el resultado de donde has puesto muchas de tus ilusiones te das cuenta que escogiste el camino adecuado de que vale la pena saltar las piedras del camino.
Pero no ha merecido la pena solo porque se trate de un proyecto único y novedoso, sino porque también, me ha servido para conocer y trabajar con una gente maravillosa que se ha implicado al 100 % y a la que me siento afortunada de tener cerca.
Hoy todos los que me leéis de manera habitual (y los que no también) empezáis a ser cómplices en esta historia que espero que nos lleve a todos muy lejos.
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